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De manera paralela al proceso de creación de la pieza “ay, olor”, compartimos un “taller para personas que también son espacios” y dentro de él, invitamos a les participantes a involucrarse en la conversación que estábamos teniendo. Una conversación sobre la forma en que nos relacionamos con el espacio, pero también sobre la forma en la que el espacio se relaciona con nosotres. Sobre cómo la forma influye al movimiento y la disposición objetual regula el habitar, pero también sobre nuestra agencia frente a estas formas y estas disposiciones.
De ese taller, de esas conversaciones y prácticas, surgieron estas tres piezas que compartimos aquí:
“Ignacio Chimal. Oficio: curandero”, por Alfredo Dillanes
“Hábito. Registro de performance”, por Alin Gama
“Banco”, por Carmen Valles
Personas que también son espacios, o espacios que también son personas, o personas que también son personas, o espacios que también son espacios, o personas que no son espacios, o espacios que no son personas, o personas que no son personas, o espacios que no son espacios.
Ninguno de los dos es totalmente seguro, se reensamblan en el tiempo, pero no son eternos. Una vez perdidos e inesenciales es difícil resucitarlos. Existen, no por sí mismos, sino por los esfuerzos de algún todo que está por encima de nosotros. Quizá nosotros mismos, por eso no debemos ceder en la tarea de seguir y seguir y seguir y seguir y seguir y seguir y seguir y seguir y seguir…
*Se recomienda escuchar con audífonos.
1. El oficio de Ignacio Chimal.
2. Haciendo espacio con su voz
3. Un lugar específico
4. Ignacio Chimal en relación con algunos otros
5. Y el sonido
6. El sonido modifica. Aquí estoy para decirlo
7. Un poco bastante de intuición
A continuación unas realidades aún más bellas
8. Ha sido más de los objetos reclamar
9. No sabría explicarlo, casualidad
10. Tú como espacio
A lo largo del taller para personas que también son espacios, estudiamos la espacialidad y el cuerpo en sí, pero al avanzar, el estudio se volvió más íntimo, involucrando la percepción emocional de los espacios y lo que estos contienen, influyendo en cómo lo sentimos y habitamos.
El taller nos permitió opinar y desarrollar los ejercicios desde nuestros intereses, contexto y espacio. Y dado que uno de mis intereses más grandes, es el autoconocimiento a través de la analogía entre el cuerpo y la arquitectura, para esta pieza estudie el uso habitual de mi habitación, haciendo énfasis en el sentido coreográfico que realizó en labores comunes como lo es ordenar mi habitación, lo cual resulta en una danza junto con mi espacio, dicha danza no es percibida al estar inmersos en la cotidianidad.
Este estudio lo realicé a través de una acción performatica que consta de dos secciones, la primera consiste en realizar la acción de limpiar mi habitación. La segunda es hacer el mismo ritual coreográfico del primero, pero sin los muebles y cosas de la habitación, para esto realice un mapa coreográfico con un audio descriptivo del video de la primera sección, este audio será mi guía rítmica para ejecutar la segunda sección lo más parecida posible a la primera, dando como resultado dos videos, en el mismo espacio y con la misma coreografía.
Como parte del Taller para personas que también son espacios impartido por Juan Francisco Maldonado y Nadia Latirgue, se realizaron diversos ejercicios de acercamiento a la idea de reflexionar la importancia del cuerpo y su presencia desde la aproximación a la construcción de una cartografía laboral por parte de los participantes. Basado en lo anterior, la siguiente pieza invita, a través del sonido y la palabra, a evocar a partir de los sentidos, la construcción de los cuerpos que intervienen dentro de un espacio laboral tan cotidiano como lo es un banco.
Entrevista realizada a Teresa Casas.
Registro y realización por Carmen Valles.
San Luis Potosí, S.L.P.
